La provincia de Mendoza (región de Cuyo) se encuentra en la zona mesooccidental de Argentina. Al oeste limita con Chile, quedando separada de ese país por la elevada cordillera de los Andes. Geográficamente se sitúa entre los 32-38 grados de latitud sur, y los 68-71 de longitud oeste.
En cuanto a su orografía, su franja occidental está ocupada por la cordillera andina, donde se encuentra el Aconcagua (6962 m.s.n.m.), y en su franja oriental se extienden las grandes planicies subdesérticas.
El clima es continental, con veranos cálidos y algo lluviosos, e inviernos fríos y secos con heladas nocturnas. El aire procedente del Pacífico suelta su humedad conforme se enfría al ascender por la ladera occidental andina. Luego de atravesar las cumbres, baja por el lado oriental volviéndose cada vez más caliente y seco. Esta es la causa de que las precipi-taciones sean escasas. Rara vez sobrepasan los 250 mm anuales, concéntrandose en los meses estivales en forma de tormentas, frecuentemente con granizo de gran tamaño.
Como consecuencia de las escasas lluvias y de los suelos predominantemente arenosos la vegetación que se desarrolla es de tipo xerófilo, constituida por matas y arbustos de pequeño porte entre los que quedan grandes porciones de suelo desnudo. Conforme al ascenso por las montañas aumenta progresivamente la proporción de hierbas y pastos en detrimento de la vegetación arbustiva.
En cuanto a su orografía, su franja occidental está ocupada por la cordillera andina, donde se encuentra el Aconcagua (6962 m.s.n.m.), y en su franja oriental se extienden las grandes planicies subdesérticas.
El clima es continental, con veranos cálidos y algo lluviosos, e inviernos fríos y secos con heladas nocturnas. El aire procedente del Pacífico suelta su humedad conforme se enfría al ascender por la ladera occidental andina. Luego de atravesar las cumbres, baja por el lado oriental volviéndose cada vez más caliente y seco. Esta es la causa de que las precipi-taciones sean escasas. Rara vez sobrepasan los 250 mm anuales, concéntrandose en los meses estivales en forma de tormentas, frecuentemente con granizo de gran tamaño.
Como consecuencia de las escasas lluvias y de los suelos predominantemente arenosos la vegetación que se desarrolla es de tipo xerófilo, constituida por matas y arbustos de pequeño porte entre los que quedan grandes porciones de suelo desnudo. Conforme al ascenso por las montañas aumenta progresivamente la proporción de hierbas y pastos en detrimento de la vegetación arbustiva.